Cómo se realizó la operación de rescate de los mineros chilenos

Todo comenzó el 5 Agosto de 2010 sobre las 14:00 horas, cuando se produjo un gran derrumbe en el interior de la mina de San José situada en el extremo norte de Chile, dedicada principalmente a la explotación de oro y cobre. La noticia rápidamente llamó la atención de los números medios de comunicación internacionales, alcanzando una expectación mediática jamás vista. Tal circunstancia, sumada a los retos que tuvieron que enfrentarse los ingenieros para poder rescatar a los 33 mineros con vida, es merecedora sin ninguna duda de un artículo especial en nuestra web.

Después de producirse el derrumbe, un equipo de emergencia accede inmediatamente por una de las chimeneas de ventilación a la mina, pero al día siguiente desechan seguir intentando esa opción por problemas de seguridad y por el bloqueo del conducto, por el que se había planeado descender al refugio en el que se encontraban los mineros. Desde este momento, sólo el trabajo en equipo de los mejores ingenieros podría hacer posible un rescate con éxito.

En primer lugar, los ingenieros emplearon sistemas por sondas para iniciar las labores de perforación de pequeños conductos para intentar dar con la zona de referencia hacia el refugio. Una vez establecido el camino, al cabo de 12 días de trabajo, cuando una de las sondas llevaba 726 metros de profundidad fracasa en su objetivo de dar con el posible lugar en el que se pensaba que estaban los mineros, sin embargo, otras ocho sondas continuaban adelante con sus labores de perforación.

A lo pocos días, una tercera sonda logra romper fondo a unos 688 metros de profundidad, donde se sienten una serie de ruidos que abrió las esperanzas de que los mineros podrían encontrarse con vida. Esa misma tarde, el ministro de minería extrae una de las barras de acero de la máquina de perforación donde hay en el interior un papel con letras rojas donde dice: “Estamos bien en el refugio, los 33″. El primer paso está dado, sin embargo todavía quedaría un largo camino por delante.

A partir de ese momento, se instalan tubos de plásticos llamados palomas, que viajan hasta el fondo de la mina para suministrar los primeros alimentos, eso sí, ricos en glucosa. Además, los ingenieros logran introducir una cámara de video a través del pozo para conocer más detalladamente como se encuentran los mineros. Mediante un improvisado citófono, el jefe de los mineros comenta a los equipos de rescate que se encuentran bien todos.

El día 24 de Agosto comienza el desplazamiento de la maquinaria pesada que se va a instalar para iniciar las labores de perforación a mayor escala, con el fin de abrir un pozo mayor por el que pueda viajar una cápsula que evacue a los mineros. La máquina “Strata-950″ del denominado “Plan A” inicia la excavación en el diámetro final, una poderosa taladradora hidráulica que perfora un conducto de 66 centímetros de ancho a través del cual rescatarán a los mineros.

Mientras que una segunda perforadora T-130 del “Plan B” inicia sus labores de perforación en el diámetro final, capaz de perforar 18 metros por hora, cuya función principal es sacar el martillo del conducto ensanchado a unos 30 centímetros, mientras colabora en mantener la conexión con los trabajadores. Por último, una tercera máquina utilizada comúnmente en el sector petrolífero, denominada “Plan C”, inició sus operaciones de perforación en conjunto para el rescate.

A pesar del retraso en la perforación de la T-130, finalmente alcanza a las 08:05 hora local del 9 de Octubre, la profundidad trazada para iniciar el rescate. Para garantizar una mayor seguridad y estabilidad, los ingenieros deciden reforzar los primeros 96 metros de la abertura del conducto mediante el montaje de tubos de acero, lo que demorará unas 24 horas la operación final.

Una vez finalizada la instalación de los tubos que reforzaron el conducto de rescate, el equipo de ingenieros comienza a hacer pruebas con las cápsulas diseñadas para sacar a los mineros y bajar sin problemas a través del conducto.

Tras intensos preparativos, comienza la noche del martes 12 de Octubre las labores de rescate que izarán a los mineros atrapados después de casi 70 días, con la primera persona del equipo de emergencias iniciando el descenso en una cápsula especial hasta los 622 metros. El primer minero en ser rescatado, llegó a la superficie en la cápsula “Fénix” que realizó su trayecto en 16 minutos. Hasta las 21:55 hora local no es rescatado el último de los 33 mineros, poniendo fin a una exitosa e histórica operación de rescate donde la ingeniería tuvo el papel clave en el éxito de la misión.

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